Cómo conservar la carne para mantener su calidad y frescura
En el sector de la restauración, mantener la carne en perfecto estado desde que llega al establecimiento hasta el momento de su preparación es fundamental para garantizar la seguridad alimentaria, preservar su sabor y aprovechar al máximo la inversión realizada en productos de calidad. Una buena gestión de la conservación no solo evita pérdidas económicas, sino que también asegura que los clientes disfruten de la experiencia gastronómica que esperan. Te explicamos las claves para conservar la carne de forma adecuada, manteniendo su frescura y cualidades organolépticas intactas.
La importancia de la cadena de frío
La carne es un alimento altamente perecedero, por lo que la cadena de frío es el pilar de su conservación. Desde el momento del sacrificio del animal hasta su entrega en el restaurante, la carne debe mantenerse a temperaturas controladas que impidan la proliferación de bacterias.

Para los profesionales de la hostelería, es esencial comprobar que la mercancía llega correctamente refrigerada o congelada, y que durante el transporte no se ha roto la cadena de frío.
Una vez en el establecimiento, es fundamental almacenar la carne en cámaras frigoríficas adecuadas:
• Carne fresca: mantener entre 0 y 4 °C.
• Carne congelada: conservar a -18 °C o menos.
Estas temperaturas evitan el crecimiento de microorganismos y ayudan a mantener la textura y el sabor del producto.

Almacenamiento en refrigeración
Para las carnes frescas que se van a consumir en un corto plazo, la refrigeración es la mejor opción. Es recomendable:
• Guardar la carne en envases o recipientes cerrados para evitar la contaminación cruzada.
• Colocar las piezas en los estantes inferiores del frigorífico, evitando el contacto directo con otros alimentos.
• Consumir la carne fresca en un máximo de 3 a 5 días, dependiendo del tipo de corte y la especie.
En el caso de cortes premium de carne argentina, mantenerlos envasados al vacío dentro del frigorífico ayuda a prolongar su vida útil y conservar sus jugos naturales.
Congelación correcta y descongelación segura
Cuando la carne no se va a utilizar en el corto plazo, la congelación es la opción ideal para prolongar su conservación. Es importante seguir ciertas pautas:
• Congelar lo antes posible tras la compra para mantener la frescura
• Utilizar envases adecuados o bolsas de congelación para evitar quemaduras por frío
• Etiquetar los paquetes con la fecha de congelación para controlar los tiempos de almacenamiento
Para descongelar la carne, nunca debe hacerse a temperatura ambiente. Lo recomendable es trasladarla del congelador al frigorífico y dejar que se descongele lentamente. De esta forma, se evitan cambios bruscos de temperatura y pérdida de jugos. Otra opción para descongelaciones rápidas es utilizar hornos de convección o microondas con función específica, siempre respetando la seguridad alimentaria.
Conservación al vacío: una gran aliada para restaurantes
El envasado al vacío es una técnica muy utilizada en el sector profesional, ya que permite alargar considerablemente la vida útil de la carne sin perder calidad. Al retirar el aire del envase, se reduce el riesgo de oxidación y la proliferación de bacterias, conservando mejor el color, la textura y el sabor del producto.
• Carne refrigerada al vacío. La carne envasada al vacío de AgroTrader se mantiene hasta 120 días en perfecto estado si se mantiene entre 0 y 4 °C.
• Carne congelada al vacío. Puede conservarse durante meses, manteniendo prácticamente intactas sus propiedades organolépticas.
El envasado al vacío de la carne no solo aporta seguridad, sino que también permite a los restaurantes gestionar mejor el stock y planificar menús con mayor eficiencia.

Factores que afectan a la calidad de la carne
Incluso conservando la carne a la temperatura correcta, hay otros factores que influyen en su calidad:
• Humedad. Un ambiente demasiado seco puede deshidratar la carne; por eso es importante almacenarla correctamente cubierta o envasada.
• Luz. La exposición prolongada a la luz puede alterar el color y acelerar la oxidación.
• Manipulación. Evitar pinchar o presionar la carne durante el almacenamiento ayuda a conservar sus jugos.
En el caso de la carne argentina de alta calidad, estos cuidados son esenciales para que el cliente final perciba todo el sabor y la terneza que caracterizan a estos cortes.
Conservar la carne correctamente es un aspecto clave en cualquier cocina profesional. Mantener la cadena de frío, aprovechar el envasado al vacío, congelar y descongelar de manera adecuada y controlar factores como la humedad y la luz son prácticas imprescindibles para preservar la frescura y calidad de la carne.
Para los restaurantes que trabajan con carne argentina premium, estos cuidados no solo garantizan la seguridad alimentaria, sino que también permiten ofrecer al cliente una experiencia gastronómica superior, con cortes jugosos y llenos de sabor que destacan en la mesa.